La colaboración que desde un tiempo a esta parte vengo desarrollando con Mercedes Peón, extraordinaria música, me ha llevado a trabajar a un lugar desafortunado en sus planteamientos . Un espacio que representa como pocos una forma de vivir la cultura y la sociedad especialmente errada a mi parecer. La confrontación con esa realidad "excesiva" marcó desde el inicio el concepto de la obra de Mercedes y por consiguiente mi trabajo también. Una arquitectura fuera de escala y especialmente grandilocuente originó una pieza basada en el concepto del paseo individual, libre y una relación personal e íntima con la música mediante la utilización de cascos. La sorpresa final incluía la mutación de uno de los niveles del museo en una suerte de "local de ensayo" que es por contraste una de las formas menos pretenciosas en que puede presentarse un concierto.
Frente a este planteamiento de Mercedes mi labor consistió en la animación de dicho paseo, tratando de contribuir además a reforzar esa sensación de "incomodidad" entre la arquitectura y el elemento humano. La imagen de la creadora con una personalidad especialmente carismática se convierte en un icono simplificado mediante la utilización del video. Siempre de espaldas, aparentemente inmóvil (solo el movimiento generado por el cansancio y la tensión de las poses) y en soledad dentro de un espacio público, Mercedes ocupa los lugares de forma discreta o más abusiva según el momento.
Con la colaboración destacada e imprescindible de Ovidio Aldegunde en la realización de los videos, fotos e imagen en general.
Fotos: Xaime Cortizo (superior) y propia.
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